Hace un año, una hermana muy querida de la Iglesia
Bíblica Maranatha en Pando partió a la Presencia de nuestro Salvador...
Cuando recibimos la noticia, Juan Marcos escribió:
Esta mañana nuestra querida hermana dejó sus sufrimientos
para servir, adorar y gozarse en Jesús para siempre.
El día siguiente, al compartir el dolor y las lágrimas de su
familia, escribí:
Esta mañana, en el cementerio, yo no tenía palabras...
Pero Dios sí tiene palabras – palabras verdaderas de esperanza y de consuelo:
No queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que
duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen
esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios
traerá con El a los que durmieron en Jesús.
Por lo cual os decimos esto por la
palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta
la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Pues el Señor mismo
descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de
Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero.
Entonces nosotros, los que
estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor
siempre.
Por tanto, confortaos unos a otros con estas palabras.
~I Tesalonicenses 4
Fue un Viernes Santo que la enterraron a Nelli.
Recordábamos que también fue un Viernes Santo, hacía tres años, que nos despedíamos de nuestro
querido Jona...
Y el año pasado, el 20 de abril caía justo en el Domingo
de Resurrección...
Hoy seguimos meditando en esta gran verdad:
Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá
jamás. ¿Crees esto?
~Juan 11
¡Sí, Señor Jesús! Por tu gracia, creemos...
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