Primero, la invitación. Los invito a unirse a nosotros este sábado de mañana, 22 de agosto, en una de las trescientas reuniones de protesta en los sitios de Planned Parenthood en todo el país. Encuentren la más cercana a ustedes. Será de las 9:00 hasta las 11:00, hora local.
Mi explicación por participar en la protesta de este sábado es la siguiente:
1) Están matando a seres humanos ahí adentro. Los cortan en pedazos – por lo general. A veces, como el video más reciente demuestra, se las arreglan para conseguir un “cadáver de feto intacto”. Es arriesgado, ya que hay una ley en contra de matar a un bebé fuera del útero. Tienen que matarlo primero, y entonces sacarlo. La insensatez moral de esa posición es digna de un rotundo y corporativo “¡No!”
2) Durante tres años, viví a quince millas del Campo de Concentración Dachau, en las afueras de Munich, Alemania. Visité varias veces. Estaban matando a seres humanos allí también. ¿Lo sabían los vecinos? ¡Cuán rápidamente les echamos culpa! Pero nosotros sí sabemos. Sabemos más allá de cualquier sombra de duda. Sí, es lo mismo. ¡Sí, es lo mismo! Yo no quiero ser cómplice de la matanza.
Libra a los que son llevados a la muerte, y retén a los que van con pasos vacilantes a la matanza. Si dices: Mira, no sabíamos esto. ¿No lo tiene en cuenta el que sondea los corazones? ¿No lo sabe el que guarda tu alma? ¿No dará a cada hombre según su obra? (Proverbios 24:11-12)
Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: . . . tiempo de derribar, y tiempo de edificar . . . tiempo de callar, y tiempo de hablar. (Eclesiastés 3:1, 3, 7)
La indignación es barata. Cualquiera se puede irritar. No hay gran capital moral en el enojo humano. Viene fácil. Pero la ausencia de enojo (y de luto) en algunos casos es señal de un corazón desordenado.
Cuando la maldad es tan masiva como la matanza de seres humanos lo es en nuestra nación, las palabras grandes y duras pierden su fuerza con el tiempo. Lo que se necesitan son las historias reales, la experiencia real, los vistazos reales – no solo de los bebés, sino también de los corazones de los que los matan. Estamos recibiendo esos, en este momento cultural peculiar.
En el video de investigación más reciente acerca de “Planned Parenthood” que se puso en línea esta semana, tenemos la confesión de una ex-empleada. Esto es lo que quebró su voluntad de quedarse. Una compañera la llamó: “Che, Holly, vení. Quiero que veas algo re-bueno”. Así que Holly (la que habla en el video) va y ve un bebé, completamente intacto, claramente humano, sacado por aborto. Y la empleada técnica le dice a Holly: “Mirá, quiero mostrarte algo”. Así que toca el corazón con uno de sus instrumentos, y el corazón comienza a latir.
“Re-bueno”
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